DIJO LA VOZ.
- Vale, vale, te he oído a la primera.
-BOCAZAS INSOLENTE, PAGARÁS POR ESTO.
Los universos poblados por entes semidivinos funcionan todos parecido: uno en enfada y de repente deja de importar todo lo que hayas hecho y debes morir. Que no es mala filosofía bajo el prisma adecuado pero cuando además de enormes son imbéciles las cosas se complican.
Y a ahí estaba yo, partiéndome el lomo por un montoncito de mierda con pinta el azteca y más tentáculos que un anime de baja estofa. Lo que hace uno por una suma brutal de dinero a medio plazo; que total, visto lo visto pensar en que aún vaya a pagarme ralla en lo creativo y no es lo mio, así que volvemos al curro.
Aparta de ahí, aun no te toca, las cosas funcionan así, de dos en dos y nada de los mismos poderes, ¿estamos? ¿O que pasa, cambiaste todo el cerebro por músculos, tus padres no se querían, te lo explico con marionetas? Eh, no, ahora no te me pongas a llorar. Venga, hombre... Vamos, grandullón - además, ¿Quién en todo este mundo podría en combate singular contra esos músculos de acero? ¡El del fondo a la izquierda, que se prepare, le toca el siguiente! Vamos, musculitos, hora de darme candela.
¿En serio, podemos dejar esto ya de una vez? Estoy hasta los huevos.
- ¿Donde te los pongo?
- ME HAS SERVIDO BIEN. AHORA RECIBE TU JUSTA RECOMPENSA.
- Tócate los mismos, ¿un tubo de metal con un cristal dentro? ¿Para que e supone que ¡¡WOH, TÍO!! Tu mandas, Depra One.
- A QUIEN OSAS LLAMAR EN ESOS TÉRMINOS.
- Ni siquiera los grandes podéis negar esa clase de cosas y que os crean. Me largo, mañana más.
- AÚN NO HE ACABADO CONTIGO.
- Pues buena suerte con ello, a ver con que ejército lo intentas.
- NO NECESITO UN EJÉRCITO PARA APLASTAR UN INSECTO.
- Buena esa, vais aprendiendo.
- VUELVE AQUÍ - Aquí es donde uno empieza a cuestionarse si arrancarle el brazo a la que venía era realmente tan buena idea. Maldita sea, corta fino el trasto este; podría acostumbrarme. Total, no le quedan más que otros nueve. Bailemos, pollito.
Yyyyy... aquí empieza la parte más dura de este trabajo: la ventaja de trabajar para un jefe es que acaba enseñándote las cosas chulas o directamente te paga con ellas. ¿Que se pone divino y se va a conocer a creador antes de tiempo? Pues a buscar, como aquel que dice. Y claro, una fortaleza inmensa, soldados como para calentar suavecito y una brutalidad de reliquias y tesoros que nadie sabe ya donde están. Imperdonable.
Y tu, amiguito, te vienes conmigo a casa.