lunes, 25 de septiembre de 2023

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 Que la alfombra sea lisa y cómoda de pisar no significa que no haya mierda debajo.

Cuando estás montando un puzle de muchas piezas y hay agujeros, no está de más barrer debajo de la alfombra, a veces se te cae una pieza, la pisas, la barres sin querer, se te queda pegada a un calcetín y la vas arrastrando... 

... el detalle es que la pieza siempre estuvo ahí. 

Hoy una predicción espectacularmente mala se ha hecho realidad. Otra pregunta cuya respuesta me ha tenido días en vilo ha sido respondida. La respuesta no me gusta, pero  es posible que sea la respuesta que necesito - un mensaje inequívoco: la persona con la que quería hablar ya no está. Sólo quedo yo.

En cierta escuela de Japón hay un examen que sólo se puede pasar una vez. Antaño era una cuestión de vida o muerte; ahora, se hace con espadas de madera y suspenderlo no te mata, pero el mensaje sigue siendo el mismo: tiene que cambiar algo para que puedas volver a hacerlo, es decir, la misma persona no puede pasarlo dos veces.

Esto tiene una nota adicional: tú no decides si sigues siendo o no la misma persona. Puedes sentirlo, puedes saberlo, pero no puedes decidirlo. 

Creo que hay un cierto paralelismo aquí: cuando hablas con alguien a quien has querido mucho, tal vez pienses que está todo bien, que estás arreglando tus cosas y que realmente puedes ayudar a reconstruir los puentes, reparar los lazos y curar las heridas (todo esto si procede), pero ¿qué ve la otra persona? ¿Eres de verdad otro si quien quieres que lo sepa no lo sabe? ¿Eres de verdad otra persona, para empezar? ¿Puede la persona que quemó un puente reconstruirlo o tiene que ser otra? ¿Cuándo, cómo, por qué se convierte una persona en otra? Y una que es realmente importante: ¿qué pasa si, al cambiar, todo esto deja de importar?

Esta última pregunta no es retórica, la respuesta es: literalmente nada. Las cosas que dejas en un cajón tienen la costumbre de quedarse ahí tal cual las dejaste.

Cada vez que una pieza encaja en su sitio, empieza otra nueva serie de cosas: sensaciones, emociones, planes, ideas, previsiones, miedos, certezas e inseguridades... algunas son viejas amigas que nunca se fueron, otras son totalmente nuevas fruto de la perspectiva, y las hay que heredan del puzle viejo y añaden notas y nuevos matices.

¿Será el siguiente paso fácil? Absolutamente no. ¿Voy a embestirlo a cabezazos? Absolutamente sí. ¿Estoy preparado para darlo? Qué cojones importa. Lo que importa (o al menos, lo que me importa) es seguir limpiando, curando y cerrando heridas. Estoy cansado, pero ya no tengo prisa. Quiero estar bien, quiero hacer tantas cosas bien como pueda y quiero que con eso baste.

Si estás leyendo esto, gracias de corazón por tu tiempo.

 



The magic of prime numbers

I am not very good at turning a prime number of years, but slowly getting better. I started my nineteen in complete silence. I had class in ...